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La familia Ramírez y su modelo de agua y saneamiento

12 de Diciembre de 2017
En Manco Cápac, una comunidad en la Amazonía peruana, la familia Ramírez empieza su día muy temprano, tan pronto sale el sol. Doña María sabe que no es un día cualquiera: hoy recibirán la visita de personas que podrían tomar decisiones que afecten de manera positiva sobre su vida y la de su comunidad.

El Viceministro de Vivienda, el Director del Programa Nacional de Saneamiento Rural, y la representante de UNICEF en el Perú vienen a ver el modelo integral de agua y saneamiento que la familia Ramírez ha instalado recientemente en su hogar. Lo han hecho con el apoyo de Fundación Aquae y UNICEF.

Este modelo integral tiene tres componentes. Una letrina compostera seca para la disposición de excretas, un círculo de plátano para el manejo de aguas grises, y un sistema de captación de agua de lluvia para el abastecimiento de agua potable. Estos módulos -que fueron instalados al lado de la casa de la familia Ramírez- le han cambiado la vida a los Ramírez. Ellos han aprendido que el agua no hay que dejarla correr. Si se trata de beberla, pueden acumularla con la lluvia para que sea segura y así los niños ya no enfermen.

Doña María y su esposo Robinson saben que ya no tienen que ir al monte a hacer sus necesidades. Les han enseñado a usar la letrina compostera, y ellos –a su vez- han educado a sus hijos mayores para que la usen y la mantengan limpita. Robinson cuenta que ellos luego de lavar la ropa, los servicios y de hacer su aseo personal, botaban el agua enjabonada, ‘se emposaba en el suelo y se hacía barro, todo se ensuciaba’ -cuenta. Ahora, el círculo de plátano ha mejorado su calidad de vida, el agua es absorbida por el suelo, ‘ya no hay barro y mis hijos juegan en un ambiente limpio’ añade. El círculo del plátano permite un mejor manejo de los residuos del agua, además los plátanos crecen y pueden agregarlos a la dieta familiar.

La comunidad de la cual forma parte la familia Ramírez es típica de las zonas rurales de Loreto y Ucayali. Se trata de dos regiones de la Amazonía peruana donde se implementa el programa de Fundación Aquae y UNICEF. Son comunidades pequeñas, algunas de ellas con poco más de veinte familias, mientras la comunidad más grande llega a las setenta. Estas comunidades tienen viviendas dispersas, con un alto porcentaje de niñas, niños y adolescentes, y muchas de ellas con población indígena.


Comunidades como Manco Cápac suelen estar en zonas inundables, sin acceso a saneamiento y agua potable. Las familias suelen hacer sus necesidades al aire libre y consumir agua contaminada de río. Cuando las lluvias llegan hay mucha agua, su nivel sube muchos metros, y se dan varios meses de inundación. Inclusive no hay tierra firme para que niños y niñas caminen a la escuela, vayan a la posta, o jueguen pelota en la canchita comunal así que a menudo para ir de una vivienda a otra hay que usar un peque peque.

El programa -que está en su cuarto año de implementación- ha construido más de 500 de estos modelos de agua y saneamiento comunitario. Al igual que otros miembros de su comunidad, los Ramírez valoran y utilizan estos módulos porque están adecuados a su rutina y sus necesidades. Robinson señala que vecinos y familiares de otras comunidades también quieren acceder a este programa. Y, añade, que algunas comunidades han pedido capacitación para construir los modelos de agua y saneamiento ellos mismos. Sólo quieren se los gobiernos locales apoyen en la instalación.

¿Y cómo este modelo se ha adecuado a la rutina y a las necesidades de la familia Ramírez? En su diseño, se consideró las variaciones climáticas de la zona, como la colocación de letrinas en plataformas elevadas del suelo para protegerlas de las inundaciones. Se pensó también en la forma de vida en estas comunidades, de manera que este cambio fuera aceptado y fácil de mantener. Por ello, el uso de materiales locales ha sido clave, como también lo es el involucramiento de sectores como salud, educación, vivienda, las organizaciones comunitarias y la sociedad civil. Todos juntos participan y hacen suyo el programa.

Hoy que las autoridades nacionales se despiden de la familia Ramírez se van con la convicción de que se trata de un programa replicable. Los Ramírez han mostrado los cambios positivos en su familia. Quieren que otras familias que habitan en comunidades dispersas de la Amazonía tengan también la misma oportunidad.

Conoce más sobre el proyecto Agua para la Amazonía Peruana y lee el informe “Agua limpia y saneamiento en la Amazonía peruana en la Aquaeteca.

Nota del autor: Agradezco a Michelle Jimenez y Marilu Wiegold por su ayuda en la redacción de este relato.

ACERCA DEL AUTOR

Hugo Razuri
El Dr Hugo Razuri es actualmente el Oficial de Salud UNICEF y jefe del área de Salud y Desarrollo Infantil Temprano de la Oficina de País de UNICEF en Perú. Es Médico Cirujano de la Universidad Cayetano Heredia y tiene una maestría en Salud Publica de la Universidad de Servicios Uniformados de Estados Unidos en Maryland. La carrera del Dr Razuri ha estado enfocada en la salud pública, epidemiologia e investigación de enfermedades prevalentes en el Perú, especialmente aquellas que afectan las zonas rurales del país. Tiene más de 20 publicaciones en revistas internacionales en diferentes temas relacionados a la investigación, epidemiologia y salud pública. Ha trabajado en prestigiosas instituciones como el Instituto de Investigación de Enfermedades Tropicales Alexander Von Humboldt, El Centro de Investigación de la Marina de los Estados Unidos y en la Universidad de McGill en Montreal Canadá. Actualmente, desde su posición en UNICEF el Dr. Rázuri supervisa la colaboración de su agencia en los temas de Salud, Nutrición y Desarrollo Infantil Temprano en un trabajo articulado con los sectores de Salud, Educación, Mujer y Poblaciones Vulnerables, Desarrollo e Inclusión Social; a nivel nacional y en las regiones del programa de cooperación de UNICEF.