Un pequeño experimento con ositos de gominola, que serán sumergidos en diferentes líquidos para hacerlos mutar. Para realizar este experimento necesitarás: ositos de gominola, cuatro vasos con agua, sal, bicabonato sódico, jugo de limón y vinagre. ¿Sabrías explicar los fenómenos que ocurren?
¿Te has preguntado alguna vez por qué cuando echas aceite a la lechuga, ésta encoge en cuestión de segundos? La clave está en el experimento que te traemos a continuación con el que aprenderás a crear ositos mutantes a través del proceso de ósmosis. ¿Quieres saber más?
Materiales
- Ositos de gominola
- 3 vasos transparentes
- Agua
- Vinagre
- Sal
- Zumo de limón
Cómo crear ositos mutantes
- Coloca los tres vasos en fila.
- En el primer vaso pon agua con un par de cucharadas de sal. Utiliza una cuchara para disolverla por completo.
- Exprime un limón y vierte en el segundo vaso su zumo.
- Echa vinagre en el tercer y último vaso.
- A continuación, introduce un osito de gominola en cada uno de ellos.
- Déjalos reposar durante varias horas. Mejor si puede ser durante toda la noche.
- Observa qué ha pasado con tus ositos de gominola. Se han convertido en ositos mutantes. ¿Cómo ha sido posible?
Explicación de los ositos mutantes
Si has dejado los ositos reposar durante toda la noche, es probable que alguno de ellos haya desaparecido. Los ositos ositos mutantes que estaban metidos tanto en vinagre como en limón se han disuelto porque son sustancias ácidas. En el caso de la disolución saturada con sal, el osito debería haber absorbido el agua para crecer pero esta disolución lo ha impedido. Por eso se ha quedado con el mismo tamaño, aunque se ha vuelto más blando y elástico.
La tonicidad y el proceso de ósmosis
Hemos conseguido crear estos ositos mutantes gracias al resultado del proceso de ósmosis. Este proceso ocurre cuando los líquidos fluyen a través de una membrana semipermeable –que permiten ser parcialmente atravesadas– desde un ambiente de hipertónico a hipotónico. Las soluciones hipertónicas tienen una mayor concentración de solutos, mientras que las hipotónicas tienen una concentración más baja.
Los ositos de goma están hechos de gelatina, un ingrediente alimentario muy común en las cocinas de hoy en día. Cuando la gelatina se disuelve en un líquido y se enfría, las fibras de gelatina se enredan en una red en forma de malla. El espacio entre las moléculas de gelatina se llena con el líquido en el que se disolvió. Los ositos de goma son mucho más firmes que las gelatinas comerciales porque contienen mucho menos líquido.
En nuestro experimento, hemos conseguido crear ositos mutantes gracias a la alta concentración de sal en una de las soluciones.
Soluciones hipertónicas e hipotónicas
Si una célula se coloca en una solución hipertónica, habrá un flujo neto de agua fuera de la celda y la celda perderá volumen. Una solución será hipertónica para una célula si su concentración de soluto es más alta que la del interior de la célula y los solutos no pueden atravesar la membrana.
Si una célula se coloca en una solución hipotónica, habrá un flujo neto de agua hacia la celda y la célula ganará volumen. Si la concentración de una disolución fuera de la célula es más baja que dentro de ella y los solutos no pueden cruzar la membrana, entonces esa solución es hipotónica para la célula.
Igual que ocurre con las células en el proceso de ósmosis, los ositos de goma se comportarán de diferente manera en función de la solución donde se metan. Teniendo esto en cuenta podríamos crear dos disoluciones distintas: una disolución hipotónica –con un nivel saturado de sal– y una disolución hipertónica –con muchísima sal–. De esta manera, los ositos mutantes se hubieran comportado de forma completamente diferente. En la disolución hipertónica, el osito habría encogido ya que el proceso de ósmosis hubiera forzado la expulsión del agua del oso de goma.
