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¿Por qué algunos huevos sí flotan?

Para este experimento necesitaremos: un huevo fresco, un huevo de varias semanas, un vaso y agua.

Si sumergimos un huevo fresco en un recipiente de agua, este enseguida caerá hasta el fondo por su peso, y se quedará ahí. Sin embargo, si realizamos la misma prueba con un huevo que hayamos comprado hace tiempo, se sumergirá al principio, pero para luego subir hasta la superficie y flotar. ¿Por qué algunos huevos flotan y otros no? En el experimento científico o workshop de esta semana, te desvelamos el misterio del huevo que flota. Quizá ya conocías este ‘truco’, que sirve para averiguar si este producto es apto para su consumo (si se hunde) o si no debemos comerlo (si el huevo flota). Pero ahora conocerás la razón científica que yace detrás.

Aunque parezca sólida, la cáscara de un huevo es una superficie porosa, lo que significa que permite el intercambio de ciertas sustancias, como los gases, con el exterior. Con el paso del tiempo, el huevo pierde humedad, que se escapa a través de estos poros; la cáscara se vuelve rugosa y disminuye de tamaño. Al mismo tiempo, en el interior, la clara y la yema también encogen, y su tamaño lo pasa a ocupar una cámara de aire -que penetra debido a la porosidad-; Esta actúa como si fuese un flotador, elevando el huevo hasta la superficie cuando lo sumergimos en agua. Por eso, el huevo flota si es de varias semanas -cuando ya no es recomendable su consumo-.

Así, no solo sabrás un poco más de ciencia, sino que además cuidarás tu salud. ¡Experimenta tú también desde casa!