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El poder de la educación de niños a padres

17 de Noviembre de 2019
Cintia Refojo, experta en educación y ciencia, explica cómo la educación sobre el cambio climático en los niños influye sobre sus padres.
Cintia Refojo, responsable de la Unidad de Educación y Fomento de las Vocaciones Científicas de la FECYT, nos explica cómo la educación sobre el cambio climático en los niños y niñas puede influir en la actitud y preocupación de sus progenitores hacia este tema.

Coincidiendo con la festividad de Halloween, la joven activista del clima Greta Thunberg publicaba en sus redes sociales una fotografía suya con el siguiente mensaje; “Aparentemente, cuando se trata de asustar a un puñado de enfadados negacionistas de la crisis climática ¡Ni siquiera tengo que disfrazarme!”. Lo cierto es que debemos juzgar la enorme cantidad de críticas y ataques que Greta ha recibido en los últimos mes. Incluyendo aquí, algunos provenientes de líderes políticos. Esta joven de solo 16 años ha logrado asustar a más de uno con su enorme capacidad de movilización entre jóvenes de todo el mundo. El poder de la educación puede resultar terrorífico para algunos.

Educación sobre el cambio climático

La educación sobre el cambio climático en los niños promueve su preocupación sobre el tema y sobre los comportamientos que podrían mitigarlo. Sin embargo, la investigación ha mostrado que cambiar las actitudes de los adultos hacia el cambio climático resulta una tarea sumamente compleja. Aportar información para aumentar el conocimiento sobre el tema no solo resulta poco efectivo, sino que puede resultar contraproducente. Y es que las actitudes respecto a temas controvertidos no dependen únicamente de nuestro conocimiento acerca de esos temas. Existen otros componentes socio-ideológicos que median en cómo nos posicionamos frente a ellos.

Un estudio publicado este año en la revista Nature Climate Change puede aportar nuevas razones a los negacionistas del cambio climático. Nuevas razones para temer a jóvenes como Greta. El estudio, llevado a cabo por investigadores de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, ha conseguido demostrar de forma experimental que la educación que reciben los niños puede promover la preocupación de los padres sobre el cambio climático.

Resultados de la investigación

Los investigadores trabajaron con profesores de ciencias para incorporar a sus aulas un plan de estudios sobre la crisis climática. Un plan diseñado específicamente para promover el aprendizaje intergeneracional entre hijos y padres. Antes de enseñar el plan de estudios, hicieron que estudiantes y padres respondieran una encuesta. Esta encuesta servía para medir sus niveles de preocupación con respecto a este tema. Dividieron a los alumnos en dos grupos; un grupo control que no recibió esta intervención educativa y un grupo experimental que participó en el plan de estudios. Después,  midieron su impacto entre los alumnos y sus padres durante dos años.

Lo que los autores del estudio descubrieron es que los padres de aquellos adolescentes que habían recibido este plan de estudios específico expresaron mayores niveles de preocupación por el cambio climático. Curiosamente, los efectos fueron más fuertes entre padres varones y padres conservadores, quienes, según investigaciones previas, son precisamente los que muestran niveles más bajos de preocupación climática. Estos, además, muestran mayor resistencia a la comunicación sobre el tema. Otro resultado llamativo fruto de la investigación fue descubrir que las chicas fueron especialmente efectivas influyendo en las actitudes de sus padres. No sabemos el motivo de esta mayor influencia por parte de las hijas. Aun así, los autores proponen que tal vez se deba a que las niñas estaban más preocupadas que los niños después de la intervención. O que las adolescentes son mejores comunicando esta información

El increíble poder de la educación

Sabemos que la educación científica resulta imprescindible para dotar a las nuevas generaciones de herramientas y habilidades. Herramientas que les permitirán enfrentarse a los desafíos y oportunidades de la sociedad actual. Este estudio nos muestra que, además, la educación puede ser también una poderosa herramienta para que los más jóvenes sean promotores de un cambio en toda la sociedad.

“Quiero que escuchen a los científicos” dijo recientemente Greta Thunberg frente al Congreso de EE.UU. No sabemos si los políticos escucharán a los científicos, pero lo que sí sabemos es que muchos padres escucharán a sus hijos.

ACERCA DEL AUTOR

Cintia Refojo Seronero
Licenciada en Psicología (UAM), especializada en Primatología (UAM-UCM) y título de Experto Universitario en Periodismo Científico y Comunicación de la Ciencia. Responsable de la Unidad de Educación y Fomento de las Vocaciones Científicas de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), coordinando y gestionando diferentes programas enfocados a la promoción de la cultura científica, la mejora de la enseñanza de las ciencias y el fomento de las vocaciones científicas entre los jóvenes. En el ámbito europeo ha sido punto nacional de contacto del proyecto de la Comisión Europea Scientix: la comunidad para la enseñanza de las ciencias en Europa, y miembro del hub español de Hypatia, proyecto del programa Horizonte 2020 dirigido a fomentar el interés de las adolescentes hacia las áreas de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).