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¿Cumpliremos los Objetivos de Desarrollo Sostenible en 2030?

¿Lograremos cumplir los ODS?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, establecidos en la Agenda 2030, son nuestra hoja de ruta para construir un mundo más sostenible y equitativo. Porque las acciones del presente son los resultados del futuro. Pero, ¿lograremos alcanzar los 17 objetivos que conforman esta agenda?

Fue en el 2015 cuando los líderes mundiales se comprometieron a alcanzar un conjunto de metas destinadas a construir un mundo más equitativo, más respetuoso con la naturaleza y que asegurará la prosperidad de todos sus ciudadanos. Esto quedo reflejado en la Agenda 2030.

ODS: la hoja de ruta hacia la sostenibilidad 

Sin embargo, seis años después la Organización de Naciones Unidas ha realizado un  balance para conocer la situación de cada uno de los objetivos marcados en la Agenda 2030 y su grado de cumplimiento. Este informe, titulado “Evaluación del Progreso: el medio ambiente y los ODS”,  publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB).

“Todavía no hemos adoptado el ritmo de cambio necesario para estar en línea con la Agenda 2030. Nos estamos quedando cortos y, en algunos casos, estamos retrocediendo” asegura Elizabeth Maruma, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica. Y añade: “El mundo no puede mantener nuestra tasa de uso y abuso para siempre. Es imperativo cambiar nuestro estilo de vida para lograr los ODS”.

Este estudio nos da una visión global de cada uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible y su progreso. Para ello, los autores han realizado una revisión de los diferentes Indicadores Globales de los ODS para conocer y evaluar los avances realizados para su debido cumplimiento. Ahora bien, los resultados obtenidos en este estudio son poco alentadores. Mientras que en algunas áreas ambientales se pueden ya ver grandes mejoras, en otras se detectan ciertas lagunas de información que hacen peligrar el cumplimiento de las 17 metas.

Estos objetivos se encuentran interrelacionados entre sí. Esto quiere decir que cumplir un determinado ODS puede contribuir al logro de otras de estas metas. Y también puede suceder el caso inverso. El análisis revela ejemplos de estas correlaciones. Una de ellas es la vinculación entre el consumo nacional de materias primas procedentes de la biomasa y la pérdida de especies. Esta última es una de las grandes asignaturas pendientes.

La alarmante situación de la biodiversidad

El aumento de las áreas protegidas y la puesta en marcha de medidas de conversación de especies no se han traducido en una reducción del número de especies a punto de desaparecer. Según los últimos datos de PNUMA, un millón de especies de animales y plantas están al borde de la extinción. Además, se estima que la actividad humana ha alterado ya tres cuartas partes del medio terrestre y más de la mitad del medio marino.

Son datos muy alarmantes que ponen en evidencia la necesidad de tomar medidas urgentes para proteger los recursos biológicos de nuestro planeta. Y es que las tendencias negativas en la biodiversidad y en los ecosistemas podrían acabar minando el progreso del 80% de aquellos ODS que tiene como fin protegerlos. Es el caso del objetivo número 14  que busca garantizar la protección de los mares y océanos así como, salvaguardar la supervivencia de las especies que en estos habitan, o el número 15 que tiene como fin gestionar de forma sostenible la vida de los ecosistemas terrestres para detener la pérdida de la biodiversidad.

La Organización de las Naciones Unidas ya avisa de que, de seguir así, no se lograrán cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, al menos en este área ambiental. El avance del cambio climático tampoco ayuda a mejorar la situación, provocando graves alteraciones en la situación climática y por tanto en la biodiversidad.

Las Metas Aichi: un fracaso ambiental 

En línea con la protección de los ecosistemas ya se estableció una serie de objetivos en 2011. Se definió como el Plan Estratégico para la Diversidad Biológica, más conocido como Metas Aichi. Este constituía un plan de acción, durante 10 años, para salvar la biodiversidad y que finalizó el pasado año. Pues bien, este reciente informe de la ONU, no hace más que confirmar no solo que estas metas no se cumplieron sino que la situación sigue siendo de extrema gravedad.

“Esperamos que este informe de medición de los ODS ayude a los países a fortalecer la acción sobre las dimensiones ambientales con miras a cumplir con la Agenda 2030” explica Jian Liu, director de la División de Ciencias del PNUMA.

Y llegó la pandemia…

El 2020 preveía ser el año clave para firmar la paz con la naturaleza. Pero el avance de la pandemia mundial provocada por el SARS-CoV-2 paró en seco los ambiciosos planes para hacer frente a la pérdida de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y la consecución de los ODS.

Durante el confinamiento, provocado por la expansión de la Covid-19, se establecieron una serie de restricciones que redujeron al máximo los desplazamientos y la actividad regular. Esto tuvo como resultado una drástica reducción de las emisiones globales de CO2 a nivel mundial. Sin embargo, a medida que fueron eliminándose las restricciones, estos niveles de gases contaminantes vuelven a alcanzar cifras récord.

El secretario de Naciones Unidas, Antonio Guterres, ha afirmado que “el coronavirus puede atrasar años, incluso décadas, los avances hacia el desarrollo sostenible”. Es ahora en 2021 el momento de definir de nuevo esos planes haciendo hincapié en revertir la pérdida de la diversidad biológica y la degradación ambiental de nuestros ecosistemas. Esto se definirá el próximo mes de octubre en la COP15 sobre la Diversidad Biológica que tendrá lugar en China.

Una recuperación verde en plena crisis sanitaria será determinante para cumplir nuestros propósitos. La humanidad debe lograr vivir en armonía con la naturaleza. Para conseguirlo, es necesario el esfuerzo de todos para avanzar hacia una sociedad con unos hábitos más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.

Desde Fundación Aquae trabajamos para contribuir al desarrollo de las personas en sintonía con la Agenda 2030. Estamos firmemente comprometidos con el desarrollo de un nuevo modelo social, económico y medioambiental equitativo y sostenible.