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“El cambio climático va a tener un gran impacto en España”

“No habríamos llegado al punto en el que estamos en el estudio del cambio climático sin los superordenadores”, dice Francisco Javier Doblas Reyes, director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Este físico, uno de los expertos españoles más reconocidos que trabaja con modelos climáticos, nos habla de los últimos datos que nos dan estas simulaciones y de sus limitaciones, así como la situación del cambio climático en España.

El Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS) cuenta con uno de los supercomputadores más grandes de Europa, el MareNostrum, que realiza más de 11.500 billones de operaciones por segundo. Ingenios de estas características son necesarios para tener los modelos que nos muestran cómo va a evolucionar el clima de aquí a final de siglo. Su capacidad de computación es esencial para simular el comportamiento de los océanos, la atmósfera, la litosfera, la biosfera, la criosfera, las interacciones que mantienen entre ellos y sus posibles evoluciones en función de los distintos escenarios de emisiones de gases de efecto invernadero de origen antropogénico.

Francisco Javier Doblas Reyes es el responsable de las simulaciones globales y regionales sobre cambio climático que se realizan en este centro. Este físico, profesor ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) que lleva estudiando la variabilidad climática desde hace más de 27 años, participó como autor en el Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas y ahora está coordinando el capítulo 10, Cambio Climático de Escala global a Escala regional, del Grupo I del Sexto Informe que se espera para el próximo año.

Pregunta: ¿Qué nos dicen los últimos datos sobre la crisis climática?

R: En el trabajo que estamos realizando en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático lo que estamos encontrando es que la crisis climática está teniendo lugar en estos momentos, ese cambio está afectando a casi todas las regiones del planeta y se está observando sobre todo en fenómenos extremos.

El cambio va a continuar y está de manera inequívoca asociado a la acción del hombre. El rango de temperatura media global que se espera de aquí a fin de siglo dependiendo del escenario de desarrollo socioeconómico a escala global que consideremos es de 1,5 grados de temperatura, hasta aproximadamente 4 grados. Este es el rango más probable, pero esto no quiere decir que no se puedan dar otras posibilidades.

P: ¿Qué zonas del planeta van a sufrir los impactos más importantes?

R: El Ártico es una de las zonas en las que el calentamiento va a ser más fuerte por el fenómeno de la amplificación. El cambio climático en España va a tener más impacto es el Mediterráneo sobre todo en las estaciones de primavera, verano y otoño. También es muy preocupante en los trópicos. Los rangos de temperatura a los que están adaptados tanto las sociedades como los ecosistemas tropicales son mucho mas estrechos que en las latitudes medias. Eso hace que cualquier cambio tenga un impacto mucho mayor.

El cambio climático en España afectará, principalmente, al Mediterráneo, afirma Doblas.

Otros de los grandes problemas es la acidificación de los océanos y la elevación del nivel del mar. Incluso si dejásemos de emitir mañana, continuará esa elevación del nivel mar durante varios siglos debido a la inercia del sistema climático en el océano y la inercia de la criosfera.

P: ¿El Ártico ya ha cambiado de clima?

R: El Ártico ha cambiado de clima, no solo en verano sino también en invierno donde se observa un mayor aumento de temperatura debido a la amplificación ártica. Existe punto de retorno por supuesto, pero la cuestión es cómo será la sociedad cuando llegue ese punto de retorno.

En el pasado ha habido cambios de la temperatura media global de 10, 12, 15 grados. La diferencia es que esos cambios se producían en periodos de decenas de miles de años en los que los ecosistemas evolucionaban. El ser humano no estaba sobre la Tierra o la sociedad tal y como la conocemos no existía por lo que no hay ningún tipo de experiencia de situaciones de cambio tan fuerte y rápido.

P: ¿Cuál es la situación del cambio climático en España?

R: Uno de los grandes problemas va a ser la disponibilidad de agua. Las simulaciones apuntan que tendremos precipitaciones más intensas, pero probablemente el total de precipitación se quedará o decrecerá muy levemente. El problema es que la temperatura ha aumentado en España, seguirá aumentando en las próximas décadas y probablemente en el próximo siglo si no cambia el ritmo de emisiones de efecto invernadero. Esto hace que la evapotranspiración del agua disponible sea más intensa.

Existe la posibilidad de que la temperatura del planeta aumente 5 grados, lo que representaría un desastre a escala planetaria

Este fenómeno se da en toda la cuenca mediterránea y en zonas con un estrés hídrico importante como el norte de África y Oriente Medio. Se pueden agravar crisis sociales y económicas que hasta ahora no hemos considerado. Sería un error mirar  al cambio climático en España como un problema puramente nuestro. Es fundamental que las decisiones respecto a la crisis climática en España se tomen desde una perspectiva cross-continental.

P: Hay cerca de 40 modelos climáticos que participan en los estudios del IPCC. Son muy complejos, pero aún tienen limitaciones ¿Cuáles son las principales?

R: Hay muchas y es importante ser transparentes sobre las limitaciones de las herramientas que tenemos para poder estimar la evolución del clima en el futuro. Entre ellas, la principal es el efecto de las nubes. Uno de los papeles de las nubes, aparte de contribuir a la redistribución del agua sobre el planeta, es el control de la radiación en el planeta. Hay que tener en cuenta que las nubes son un sistema tridimensional y esto determina cuál es su efecto sobre la radiación que entra del sol y la radiación que el sistema terrestre emite al espacio.

Las nubes son sistemas extremadamente caóticos y tienen escalas espaciales que van desde varios centenares de metros a varias decenas o centenares de kilómetros. Con la resolución que tenemos actualmente para realizar nuestras simulaciones, nuestros píxeles son todavía demasiado gordos para poder resolver la heterogeneidad de las nubes. Lo que introducimos en nuestros modelos, con el píxel demasiado grande es una simplificación de las nubes. Estamos hablando de la simplificación no solo del papel que tienen a la hora de producir precipitación, sino sobre todo de su papel a la hora de establecer cuál es su impacto sobre la redistribución de la radiación solar.

Los modelos climáticos con una representación más realista de las nubes tienen una tendencia a mayor calentamiento

Las diferencias entre ese conjunto de modelos climáticos asociadas a las hipótesis que se utilizan para representar las nubes en esos modelos nos llevan a resultados diferentes en las proyecciones de cambio climático en España o en cualquier parte del mundo. En el último experimento coordinado internacional sobre cambio climático se ha podido ver que aquellos modelos que tienen una representación más realista del papel de las nubes en el sistema climático tienen una cierta tendencia a mayor calentamiento.

Esto no quiere decir que la crisis climática vaya a ser peor, sino que hay futuros que hasta ahora no considerábamos posibles, en los que la temperatura del planeta podría aumentar hasta 5 grados de media global, lo que representaría un desastre de magnitud colosal a escala planetaria. No quiero decir que eso que vaya a ocurrir, sino que es una posibilidad que no contemplábamos hasta hace cinco o seis años.

P: ¿Cuál es la función de los modelos climáticos regionales?

R: Surgieron como una de las herramientas que nos permitían ver los cambios a una escala mucho más fina que la que nos ofrecen los modelos globales. Nos permiten entender mucho mejor cuales son los procesos relevantes en determinar la evolución del clima en una región. Permiten tener una mejor interpretación de cuáles son los cambios posibles en fenómenos que tienen que ver con procesos a escalas más pequeñas como fenómenos costeros asociados a la existencia de montañas, la interacción de la atmósfera y gradientes, es decir diferencias en la superficie terrestre, como por ejemplo de vegetación o en el tipo de suelo que permite una mayor o menor evapotranspiración. Son herramientas que permiten mejorar los modelos globales.

“Las metas del Acuerdo de París son alcanzables pero los requisitos son cada vez más duros”

P: El IPCC está trabajando en su Sexto Informe de Evaluación, ¿nos deparará sorpresas?

R: No creo que haya grandes sorpresas. Nos vamos a encontrar con una confirmación de muchas de las cosas que ya sospechábamos. Algunas novedades van a ser una mejor definición de cuál es de la sensibilidad climática del sistema terrestre, es decir la capacidad para calentarse del sistema dado un nivel de emisiones en particular. Tendremos información sobre los nuevos escenarios de emisión que se correspondan mejor con la evolución previsible de los sistemas socioeconómicos.

La contaminación del aire y el aumento del nivel del mar será uno de los efectos del cambio climático en España que afectará, especialmente, al Mediterráneo

Tendremos mejor información sobre la evolución del ciclo de carbono. Esto es algo fundamental porque el nivel de concentración de CO2, metano y otros gases efecto invernadero no solo depende de las emisiones de origen antropogénico, sino también del ciclo natural del carbono. Ha habido una mejora en su conocimiento y de cómo puede limitar o amplificar la concentración de estos gases para un determinado nivel de emisiones. Existen también mayores certidumbres sobre lo que ha ocurrido hasta ahora debido al cambio climático y una mejor comprensión de cuál ha sido la evolución de los eventos extremos a nivel planetario.

P: ¿Las metas del Acuerdo de París son alcanzables?

R: Son alcanzables pero los requisitos son cada vez más duros. Para no sobrepasar el umbral de 1,5 grados de calentamiento a escala global, el esfuerzo requerido es similar al que se realizó durante el confinamiento durante el mes de abril, una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de un 7%. A escala global, cada año tendríamos que ir reduciendo un 7% con respecto al año anterior y hasta ahora estamos bastante lejos de conseguirlo.

Lo que se requiere para no sobrepasar los dos grados, y siempre con un rango de incertidumbre, es menos difícil pero requiere alcanzar la neutralidad de carbono lo antes posible y sobre todo no sobrepasar el año 2050.  Eso quiere decir que el CO2 que se emita, se compensa por mecanismos de captura. La meta de 1,5 grados es muy difícil de alcanzar, pero la de 2 grados está en nuestra mano. Es importante entender que cada tonelada de CO2 que emitimos cuenta, porque se almacena en la atmósfera y en el sistema climático. Si no la emitimos, y empezamos a hacerlo desde ahora, tendremos un problema menos.

ACERCA DEL AUTOR

Francisco J. Doblas Reyes
Es director del Departamento de Ciencias de la Tierra del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación (BSC-CNS). Además, es profesor ICREA (Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados) y participó como autor en el Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas. Ahora está coordinando el capítulo 10, Cambio Climático de Escala global a Escala regional, del Grupo I del Sexto Informe que se espera para el próximo año.