Microrrelatos

BUENA REACCIÓN

BUENA REACCIÓN

 

Primer día a solas en la Estación Espacial y ya había estado en apuros.

 

Dormido, sin fijar su cuerpo a ninguna superficie. Primera Ley del Astronauta. Y por casualidad había despertado en el vacío, flotando, sin velocidad ni asidero en el mismísimo centro del módulo de entrenamiento.

 

BUENA REACCIÓN

 

El reemplazo llegaría en cuatro días. Demasiado tiempo.

Ahora, comiendo y mirando las estrellas a través del cristal, sonreía aliviado. Lanzar la llave inglesa que llevaba en su bolsillo para flotar muy lentamente en el sentido opuesto había sido suficiente.

 

‘Gracias, Newton’, susurró mientras se llevaba la compota de manzana a la boca.