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Mi vida junto al agua

5 de Febrero de 2015
José Luis Gallego sobre el agua
Siempre he sentido una atracción especial por los ecosistemas acuáticos: ríos, lagos, marismas, ibones de alta montaña, tablas, lagunas, embalses, salinas, arrozales. No puedo evitarlo. Cuenta José Luis Gallego en este pasaje en que utiliza al agua como punto central de su narración. A través de sus palabras, el autor nos recuerda la importancia vital que tiene este elemento en nuestras vidas.

Los pasajes literarios sobre agua nos recuerdan cómo este elemento es fundamental para nuestras vidas. A través de las palabras, estos pasajes consiguen evocar recuerdos, transportarnos a lugares imaginarios o hacernos reflexionar sobre nuestro futuro. Te invitamos a que te embarques en un viaje literario con este escrito en que José Luis Gallego habla sobre el agua.

José luis Gallego sobre el agua

Es pasar por su lado y acabar con los pies mojados. No importa la estación del año. El agua me puede, es como un imán que me atrae de manera irresistible desde que era tan solo un niño, cuando pasaba jornadas enteras en una gran balsa de riego situada en mitad de un encinar del parque natural de Les Gavarres, muy cerca de la casa familiar de veraneo, en el corazón verde del bajo Ampurdán.

Allí acudía con la mochila, el cuaderno y las guías de campo, la mayoría de las veces solo, para extender por los bordes de la balsa mi colección de cazamariposas, pipetas, pinzas, prismáticos, tubos de ensayo, lupas y todo tipo de recipientes y dedicar la tarde o la mañana entera a mi mayor afán: la observación y el estudio de los seres vivos que la poblaban. Desde las pequeñas larvas de mosquito a las agresivas y voraces ninfas del ditisco; desde el sapillo más diminuto a la espantadiza rana verde o el gran Bufo bufo.

Moluscos, renacuajos, lombrices, efímeras, caracoles, notonectas, zapateros, pulgas de agua, libélulas, sanguijuelas, caballitos… no había criatura que se escapara a mi interés por su estudio en aquel universo acuático. Era tanta la vida que acogía aquella pequeña balsa, tanta, que se convirtió durante los largos veranos de la niñez en mi lugar en el mundo.

Con el paso del tiempo creé junto a mis compañeros de colegio una delegación del famoso Club Los Linces de Adena, fundado por el Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, y nos dedicamos a la observación y el estudio de la naturaleza. Nuestro principal ámbito de actuación eran los humedales del Delta del Llobregat, donde acudíamos cada fin de semana para hacer un seguimiento de las poblaciones de aves acuáticas. Chorlitejos, correlimos, andarríos, agujas, aguiluchos, cigüeñuelas, archibebes, fumareles, gallinetas, fochas, somormujos, zampullines… mis cuadernos de campo se poblaron de limícolas de todas las formas y colores a cuyo estudio dediqué buena parte de mi adolescencia. Después vino mi formación como anillador científico de aves en el Delta del Ebro, entre flamencos, patos y garzas.

Su pasión por los ríos

Pero la gran pasión de mi vida han sido los ríos y la vida que les rodea. Junto al río he vivido los momentos más felices contemplando su palpitante naturaleza. Observando a las golondrinas que pueblan el aire en su constante ir y venir desde las calles del pueblo hasta la orilla para pellizcar con el pico el barro con el que construyen sus nidos. Las lavanderas en su constante saltar sobre las rocas del cauce para cazar mosquitos, el mirlo acuático levantando las piedras del fondo para buscar gusanos, las ratas de agua entrando y saliendo de sus túneles bajo los juncos, el chapoteo de las nutrias jugando con un barbo.

He sido inmensamente feliz viendo al martín pescador sobrevolarme a un palmo de la cabeza mientras me bañaba en el Riaza: la flecha azul, probablemente el pájaro más bello de la fauna ibérica, incansable arponero que recorre su tramo de río mil veces al día silbándole al paisaje. Me he embelesado viendo a las libélulas patrullando como helicópteros de guerra la superficie flotante de las lentejas de agua, por entre las que asomaba la cabeza un galápago y saltaba una reineta. Me he dormido a la sombra de un sauce escuchando cantar a la oropéndola, el ruiseñor o el carricerín.

Pasajes literarios sobre agua

Toda esa agua viva, esa rica abundancia que acogen los ecosistemas acuáticos, conforma uno de los tesoros más valiosos de nuestra naturaleza, al que dediqué los principales contenidos de la serie de televisión “Riu Avall” que escribí, presenté y dirigí para TV3 y ha sido varias veces emitida por el Canal 33. Algo que he querido recordar a través de este pasaje literario sobre agua aprovechando la celebración el lunes 2 de febrero, del día internacional de los humedales.

 

ACERCA DEL AUTOR

José Luis Gallego
Divulgador ambiental, naturalista y escritor. Colaborador habitual de TVE, TV3, La Vanguardia y Onda Cero. http://www.ecogallego.com/