Hablar de comprar productos de proximidad, comer sano y saludable o tirar lo mínimo y reciclar todo lo posible podría parecer aburrido; sin embargo, Mikel López Iturriaga, fundador del blog El Comidista ha hecho de la cocina y de la comida un espacio de ocio y entretenimiento total.
El despilfarro de comida es una realidad en la mayoría de los hogares de la civilización occidental. Si bien cada uno lo hace por motivos diferentes, hay algunos errores comunes que probablemente reconocerás: compramos más de lo que necesitamos, preparamos demasiada comida, cambiamos de planes y dejamos que la comida se estropee… Como dice Mikel López Iturriaga, autor del blog El Comidista, la lista es interminable pero podemos hacer cosas para que deje de ocurrir.
El desperdicio de alimentos es un gran problema tanto para el bolsillo como para el planeta. No importa cuál sea tu situación, siempre habrá algo que puedes hacer para reducir el despilfarro de comida. Al tomar pequeñas acciones individuales, tenemos el potencial de generar un gran impacto en el desperdicio de alimentos.
Las causas del despilfarro de comida
Los kilómetros que recorre la comida que llega a nuestros platos a menudo se describen como una de las grandes causas del desperdicio de alimentos. Sin embargo, apenas un 3% de las comida se desperdicia debido a este motivo. Por lo tanto, a pesar del carácter contaminante del transporte, la distribución de alimentos no es la responsable de las emisiones de gases de efecto invernadero que causa el sector de la alimentación.
El despilfarro de alimentos genera metano, un gas 25 veces más dañino para el medio ambiente que el dióxido de carbono. Esto pone de relieve uno de las mayores preocupaciones que existe en el sector de la alimentación: el uso del plástico. Aunque pueda parecer extraño, la comida que se desperdicia en los hogares genera más gases de efecto invernadero que los envases de plástico. De hecho, el plástico ayuda a proteger los alimentos durante el transporte y la manipulación. Además, al ser más ligero y duradero que el vidrio, también reduce los costes de distribución.
El consumidor en el punto de mira
Dicho esto, los consumidores son la mayor causa del despilfarro de alimentos. En este sentido, más del 50% de los alimentos que se desperdician corresponde con malas prácticas que se realizan en los hogares. Como dice Mikel López Iturriaga, desarrollar la conciencia ecológica es esencial para evitar que gran parte de la comida que compramos acabe en el cubo de basura.
Las principales razones por las que la comida se convierte en basura incluyen cocinar demasiada comida, no usar los alimentos a su debido tiempo y percepción de que las sobras no son de igual calidad. Además, es especialmente importante entender que los alimentos que más se desperdician son aquellos que requieren un almacenamiento refrigerado. Esto incluye carnes y pescados frescos, comida preparada, productos lácteos, frutas y verduras y alimentos preparados.
10 consejos para no desperdiciar alimentos
- Planifica tu compra de comida semanal o mensualmente. Compra solo lo que vayas a necesitar durante ese tiempo.
- Consulta la fecha de caducidad de los alimentos. Come antes lo que se vaya a estropear primero.
- Ten en cuenta tu presupuesto. Desperdiciar comida equivale a desperdiciar dinero.
- Comprueba que la temperatura de la nevera es correcta. La comida refrigerada debe almacenarse entre 1 y 5 grados.
- Guarda los alimentos de acuerdo con las instrucciones que vienen en el packaging.
- Rota la comida. Cuando vuelvas del supermercado, coloca los nuevos productos detrás de los que ya estaban en la nevera.
- Sirve pequeñas cantidades de comida para que solo se coma lo que realmente se quiere comer.
- Utiliza tus sobras de forma creativa. Si tienes dudas de cómo hacerlo, Mikel López Iturriaga tiene muchas ideas en su blog El Comidista.
- Congela la comida que no vayas a comer inmediatamente.
- Evita el despilfarro de alimentos convirtiendo las sobras en abono o compost para el jardín.
