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Los árboles son los pulmones del mundo

La función que realizan los árboles de producir oxígeno y absorber dióxido de carbono, entre muchas otras, los convierte en los pulmones del planeta. Se trata de una pieza clave para la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático.

Los árboles están considerados como los pulmones verdes del planeta por su gran capacidad de absorber CO2.  Ya decía Hölderlin que los árboles son “hijos de las montañas”. Otro poeta, Pere Gimferrer, los llamaba “alegorías del camino”. Y Federico García Lorca se preguntaba si eran “flechas caídas del azul”. Los árboles son fuente de inspiración, lugar de cobijo y sombra, pero también son esenciales para la vida tal y como la conocemos.

Por qué los árboles son los pulmones del mundo

En el cuerpo humano, los pulmones eliminan el dióxido de carbono absorbido en un proceso llamado intercambio de gases. En el caso de las plantas, ellas también se encargan de absorber CO₂. De hecho, el dióxido de carbono cumple una función esencial en el proceso de la fotosíntesis, por el que las plantas absorben CO₂ y desprenden O₂.

La fotosíntesis les permite crecer y almacenar energía. La absorción de CO₂ les permite crecer y a nosotros nos permite vivir. Esta capacidad depurativa confiere a los árboles el título de pulmones del mundo.

Las plantas jóvenes necesitan mucho CO₂ para el desarrollo de estructuras orgánicas que les ayuden a crecer. Es por ello que existe un interés creciente en plantar árboles con el fin de compensar las emisiones de las actividades del hombre, especialmente las derivadas del transporte.

¿Sabías que para suplir la demanda de oxígeno de una persona se necesitan 22 árboles? ¿Y que cada árbol es capaz de realizar la absorción de entre 10 y 30kgs de CO2 al año? Si tenemos en cuenta que una persona genera hasta 8 toneladas de este gas a lo largo de su vida, tenemos a los árboles muy ocupados limpiado nuestra atmósfera. Si queremos seguir aprovechando la capacidad de los árboles de actuar como los pulmones del mundo, debemos plantar más.

Los árboles son muchas otras cosas

Si seguimos utilizando esta metáfora, los árboles también son como la piel del mundo. Son el punto de contacto entre la vegetación y la atmósfera ya que gracias a ellos se produce el intercambio de gases y agua. Además, los árboles son como los intestinos del mundo, que intercambian nutrientes entre el suelo y la vegetación. Esto sirve para alimentar el ciclo de nutrientes y carbono.

Finalmente, los árboles son como el corazón del mundo. Su función es muy importante, ya que los árboles se encargan de impulsar los ecosistemas que hacen que el mundo sea saludable y funcione correctamente. Los árboles también aportan gran cantidad de nichos para que otros organismos habiten en ellos. Tanto en la superficie como por debajo del suelo.

Recientemente, se ha descubierto que existen aproximadamente 2,3 millones de organismos en un solo árbol, en su mayoría microbios. También viven en ellos numerosos insectos e incluso animales más grandes, como mamíferos y aves. Todos estos organismos hace que la formación de suelos y reciclaje de nutrientes sea posible. Al fin y al cabo, los árboles son los responsables de la creación y el mantenimiento de una intrincada red de cadenas alimentarias.

Como ves, los árboles son los pulmones del mundo, pero también son muchas otras cosas. Sus funciones son importantes para el mantenimiento del equilibrio de la naturaleza que previene las explosiones de malezas, plagas y enfermedades. También son esenciales para la polinización, de la que dependen la mayoría de las plantas. Pero sin duda, para los seres humanos y para el futuro del planeta, los árboles se encargan de la absorción de CO2, una tarea esencial en la lucha contra el cambio climático.

Fuentes utilizadas: «Informe de situación de las emisiones de CO2 en el mundo», Fundación Empresa & Clima; «Los sumideros naturales de CO2», Manuel Enrique Figueroa; «Sembrando Oxígeno»; Elaboración propia.