Decenas de lagos desaparecen por la sequía

Los lagos, son lugares llenos de belleza, fuente de agua y alimento, espacios donde fluye y se crea vida. Sin embargo el exceso de su uso, la contaminación y los cambios climáticos están provocando la desaparición de estas superficies acuíferas.

Las duras sequías, cada vez más prolongadas por el cambio climático, y la mano del hombre en forma de gestión y baja consciencia, están teniendo consecuencias devastadoras sobre los lagos. Muchos lagos desaparecen lentamente ante la inacción del ser humano. Algunos de ellos ya han desaparecido por completo. Pero en el caso de otros lagos, la sequía podría no ser inevitable.

La importancia de los lagos está en que es fuente de vida, es fuente económica para el lugar y fuente de recursos que puede ser inagotable si ponemos todo nuestro empeño en mantener las condiciones de los mismos. Por lo tanto su sequía hace que altere trágicamente el desarrollo social y económico de un lugar, además de vulnerar el ecosistema y perder centenares de especies.

Lago sagrado Waiau, Islas Hawái, EE.UU.

Los lagos que corren peligro de desaparecer

El caso más conocido de los lagos que desaparecen es el del mar de Aral, del que sólo queda un 5% de su extensión original. El gobierno de la Unión Soviética destinó las tierras del Asia Central soviética al cultivo intensivo de algodón y otros cultivos. En la actualidad Uzbequistán sigue siendo uno de los mayores productores de algodón del mundo.

Para ello trasvasó el agua de los ríos Amu Darya y el Syr Darya para riego, evitando que el agua llegara hasta el mar de Aral. El mar ha ido bajando de nivel desde los años 60 y aumentando la concentración de sales, pesticidas y fertilizantes, la fauna desapareció y con ella los habitantes que tuvieron que emigrar a otros lugares.

El lago salado Poopó, el segundo más grande de Bolivia, se ha convertido en un desierto. Los fenómenos naturales y el cambio climático provocaron la sequía de este lago. La desaparición del lago salado Poopó deja a los pescadores locales sin medios, abandonando muchos de ellos sus recursos económicos, además de afectar gravemente al ecosistema.

No es la primera vez el lago Poopó se seca, la última en 1994, pero todo parece indicar que será muy difícil volver a ver este lago lleno de agua. El pasado 16 de diciembre de 2015 se dio por desaparecido el lago Poopó, teniendo como resultado la desaparición de unas 200 especies animales entre aves, mamíferos, peces y reptiles debido a la sequía.

Lagos que secan y desaparecen poco a poco

  • Lago Urmia, situado en Irán. A pesar de ser uno de los lagos de agua salina más grandes del mundo, es un lago que desaparece lentamente. En la actualidad, solo el 5% de su superficie tiene agua.
  • Lago Chad, que ocupa parte de los territorios de Chad, Camerún, Níger y Nigeria. Desde la década de 1960 ha perdido el 90% de su extensión.
  • Lago Cachet II, en Chile. Este lago de origen glaciar, en los Andes, desapareció en marzo de 2012. Anteriormente ya había desaparecido y se volvió a llenar en varias ocasiones.
  • Lago Waiau, situado en EE.UU, es otro de los lagos que desaparecen. Es el único lago de montaña de Hawái. Pero desde 2010 empezó a reducirse, una de las causas la sequía.

¿Por qué se secan los lagos?

Las causas más comunes en todos estos casos son la sequía, como causa natural, y la mala gestión humana, como causa artificial; en la mayoría de los casos por sobreexplotación de los ríos o acuíferos que los alimentan, para agricutura o minería.

El cambio climático y la subida de temperaturas global o la aparición cada vez más frecuente de fenómenos adversos como El Niño, están acelerando la desaparición de los lagos y mares interiores, tanto de agua dulce o salada. En este sentido, cabe destacar el caso del lago Poopó, reconocido como humedal en la lista Ramsar y muy sensible al aumento de temperaturas.

Lagos que desaparecen en España

En España hay 74 sitios Ramsar, espacios naturales protegidos por su importancia como humedales. Un caso especial es el de Las Tablas de Daimiel, que es sitio Ramsar, Reserva de la Biosfera de la UNESCO y Parque Nacional, que se vio en peligro hace pocos años debido a la sobreexplotación del acuífero 23 que lo alimenta, por la agricultura intensiva.

Sus niveles de agua bajaron tanto que se llegaron a producir incendios soterrados en las turberas. Afortunadamente, las medidas del gobierno para realizar una gestión de la sequía y las lluvias de los últimos años han conseguido mejorar la situación de este enclave natural.

Actualizado: 07/12/2021