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The Good Country Index evalúa la reputación de un país

8 de Julio de 2014
Para evaluar la reputación de un país, Simon Anholt ha desarrollado, junto a Robert Goves, The Good Country Index
The Good Country Index (El Índice del Buen País) es una iniciativa del politólogo británico Simon Anholt, promotor en 2005 del término nation branding, que hace referencia a la imagen que un país proyecta a escala internacional. Los datos para elaborar este índice los aporta las Naciones Unidas junto con otras agencias internacionales y algunas ONG.

La reputación de un país acaba de convertirse en algo medible gracias a la creación de The Good Country Index. Sus creadores: Simon Anholt y Robert Goves. Según explica en su web, Anholt asesora a los gobiernos para desarrollar e implementar estrategias que mejoren las interrelaciones económicas, políticas y culturales con otros países.

Cómo mide The Good Country Index la reputación de un país 

Tras estudiar a fondo 35 parámetros aportados por las Naciones Unidas y otros organismos internacionales acerca de siete conceptos distintos -ciencia y tecnología, cultura, paz y seguridad, orden mundial, planeta y clima, prosperidad e igualdad, salud y bienestar– el pasado 23 de junio Anholt presentó en la cumbre de TED en Berlín su nuevo proyecto, The Good Country Index.

Lo ha ha realizado junto a Robert Goves, otro politólogo británico especializado en medir la reputación de los países. No se trata de hacer juicios morales, puntualizó Anholt. El objetivo es saber qué países contribuyen a construir un mundo mejor y cuáles representan una carga para el planeta. Partiendo de la idea de que un «buen país” no es lo contrario a «un mal país» si no lo opuesto a un país egoísta.

En el contexto del Good Country Index «bueno» se refiere a la contribución de una nación al bien común. Porque la mayoría de países, opina, se comportan como si fueran islas y no como lo que son: parte de un territorio cada vez más interconectado. Todo un planeta que afronta graves problemas que nunca podrán solucionarse actuando de forma individual. Esto lleva a Anholt a plantear una cuestión fundamental: ¿Para qué sirve un país?

Hoy está claro que es un territorio que vela solo por los intereses de sus propios políticos, de sus empresas y de (algunos de) sus ciudadanos y que compite a saco con los demás.

Cómo funciona el sistema de puntuación

Los países reciben puntajes en cada indicador como rango (0 = rango superior, 1 = más bajo) en relación con todos los países. Las clasificaciones de categorías se basan en rangos fraccionarios medios de los cinco indicadores por categoría. La clasificación general se basa en el promedio de las clasificaciones de la categoría. Esto produce una medida común que da una clasificación general. Una clasificación en cada una de las siete categorías y un balance de cada país que muestra de un vistazo cuánto contribuye al mundo y cuánto saca.

Las diferentes categorías del Good Country Index son las siguientes:

  • Ciencia, tecnología y conocimiento
  • Cultura
  • Paz internacional y seguridad
  • Orden mundial
  • Planeta y clima
  • Prosperidad e igualdad
  • Salud y bienestar

Lista de los mejores países del mundo

Pero, visto lo visto, ¿no nos resultaría más operativo sustituir la competencia por la simbiosis?

En total, la lista incluye 125 países y se han excluido solo a los que no disponen de datos fiables en algunas de las categorías. Si tenemos en cuenta la media de los siete parámetros, los top ten en la lista de “buenos países en general” lo configuran, en este orden Irlanda, Finlandia, Suiza, Países Bajos, Nueva Zelanda, Suecia, Reino Unido, Noruega, Dinamarca y Bélgica.

Si ponemos la lupa en las cuestiones medioambientales englobadas en “planeta y clima” (biodiversidad, contaminación del agua, residuos peligrosos, emisiones de CO2 y emisiones de otros gases de efecto invernadero), Islandia es el “más buenísimo” seguido de Canadá, Suecia, Noruega, Brasil, Australia, Nueva Zelanda, Congo, Uganda y Francia.

España ocupa el lugar 19 y 24 en las listas, respectivamente. Anholt sabe que queda mucho trabajo por delante pero ensalzar el branding del “buen país” es sin duda una buena iniciativa.

Saquémosle el polvo a un término que parece haber caído en desuso y otorguémosle el máximo glamour. ¡Un brindis por la buena reputación!

ACERCA DEL AUTOR

Eva van den Berg
Redactora y editora de secciones para la edición española del National Geographic. Guionista y documentalista.