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Luis Berga Casafont

DR. INGENIERO DE CAMINOS, CANALES Y PUERTOS

Presidente honorario de ICOLD (Comisión Internacional de Grandes Presas) y de SPANCOLD (Comité Nacional Español de Grandes Presas). Es miembro de la Junta Directiva de la Asociación de Ingenieros de Caminos.

El río Yangtsé –conocido en China con el nombre de Changjiang (“el río largo”)– tiene una longitud de 6.300 Km. Es el curso fluvial más largo de China, y el tercero del mundo después del Amazonas y del Nilo. Constituye, junto con el Huang He o río Amarillo, la cuna de la nación china. Nace a 5.800 m de altitud, en el glaciar Janggaingting de la meseta Qinghai-Tibet, y desde allí discurre hasta el mar.

La mayor parte de la cuenca del Yangtsé presenta abundantes lluvias, principalmente en primavera y verano, y una precipitación media de 1.100 mm por año. Los recursos de agua son, así pues, muy abundantes. La aportación media anual del Yangtsé es de 1.000 Km³: ¡unas diez veces la de todos los ríos españoles juntos! Esto representa un caudal medio anual de 31.800 m³/seg. De hecho, es el tercer río más caudaloso del mundo tras el Amazonas y el Congo.

La conjunción de caudales de agua tan importantes con saltos de agua significativos hace que el potencial hidroeléctrico técnicamente explotable del río Yangtsé sea uno de los mayores del mundo, con unos 270 GW. Pero esta fuente de grandes recursos hidráulicos y energéticos también constituye un peligro mayúsculo para las poblaciones ribereñas, por sus devastadoras avenidas, principalmente en los cursos medio e inferior del río.

Desde 185 a.C., durante las dinastía Han, hasta el fin de la China imperial en 1911 existen 214 referencias históricas a inundaciones catastróficas, lo que representa una frecuencia media de una inundación cada diez años. Una de las zonas más castigada y peligrosa frente a las riadas se halla el inicio de su curso medio, aguas abajo de Yichang hasta Wuhan.

Las gargantas del Yangtsé

Las primeras consideraciones sobre el aprovechamiento del río Yangtsé en el tramo conocido como Tres Gargantas se remontan a la década de 1920, cuando el primer presidente de la República de China, Su Yat-sen, lanzó la idea del uso del potencial hidroeléctrico del río para un nuevo desarrollo del país. Desde entonces, se fueron sucediendo multitud de estudios, proyectos y análisis sobre la construcción de una presa en el lugar. Este ha sido uno de los temas más polémicos y debatidos en China desde las perspectivas técnica, social, económica y política. Las controversias duraron más de 70 años. Finalmente, el 3 de abril de 1992, después de numerosas discusiones, la sesión 5ª del VII Congreso Nacional del Pueblo dio luz verde al proyecto.

La presa de las Tres Gargantas está situada en el curso superior del río, en la Garganta Xilling, a unos 40 km aguas arriba de la ciudad de Yichang (en la zona de Sandouping). Es uno de los escenarios más espectaculares y maravillosos de China. El tramo de las Tres Gargantas tiene unos 200 km de longitud: empieza en la ciudad de Fengjie y termina en las proximidades de Yichang. Allí el río corta unas impresionantes formaciones calizas y graníticas que han dado lugar a las tres famosas gargantas que le dan nombre: la Qutang, la Wuxia y la Xiling.

La construcción de la presa duró 17 años. Se desarrolló en tres fases, entre los años 1993 y 2009. Consta de los siguientes elementos principales: un aliviadero central con 22 compuertas de superficie; dos centrales hidroeléctricas –una a cada lado del vertedero– y dos estructuras de navegación: las esclusas (para barcos de hasta 10.000 t) y un ascensor vertical (para barcos de hasta hasta 3.000 t).

La mayor hidroeléctrica del mundo

La producción de energía eléctrica es el principal objetivo de la presa. Con sus 22.500 MW de capacidad es la central hidroeléctrica más grande del mundo. La producción anual media se evaluó inicialmente en unos 88,2 TWh/año. En 2014 alcanzó los 98,8 TWh anuales, un récord a nivel mundial. Al tratarse de una fuente renovable de energía, la presa ha supuesto la reducción de unos 100 millones de toneladas de dióxido de carbono, una cifra que ha ayudado a mejorar la situación de las emisiones en China. También la generación de energía ha contribuido al desarrollo social y económico, ya que ha sido transportada hacia las zonas costeras orientales.

Freno a las inundaciones

Otro de los objetivos primordiales de la presa de las Tres Gargantas es la laminación de avenidas. El esquema de operación del embalse se basa en bajar el nivel del agua desde finales del mes de mayo a principios de junio hasta la cota 145 m, manteniéndose durante toda la época de monzones (hasta el final de septiembre). Esto permite disponer en la época de crecidas de un volumen adicional para su control de 22.150 hm³ (el 56,3% de la capacidad del embalse). La protección del tramo aguas debajo de la presa hasta la ciudad de Wuhan pasará de un periodo de retorno de 10 años a uno de 100 años. Y con la gestión de la inundación del lago Dongting, se podrían alcanzar protecciones frente a avenidas de alrededor de 1.000 años de periodo de retorno.

En 2010, la peor crecida de la última década puso a prueba la presa en su función de laminación de avenidas. En el mes de julio, la punta de avenida de entrada al embalse fue de 70.000 m³/seg, y la presa desaguó un caudal máximo de 40.000 m³/seg , lo que supuso una reducción del pico de avenida del 43%. De nuevo, en julio de 2012, la presa experimentó la mayor crecida desde el comienzo de su explotación, con una entrada de 71.200 m³/seg y una salida máxima de 43.000 m³/seg, y una reducción del pico del 40%. Una primera evaluación general de los daños evitados muestra que su cuantía supuso un importante porcentaje del coste total del proyecto.

Otro de los beneficios aportados por la presa es la mejora de la seguridad en la navegación en el importante eje fluvial Chongqing- Shanghái. La reducción de los accidentes en un 60% ha potenciado el transporte fluvial, que ha alcanzado cifras superiores a los 100 millones de toneladas al año. También han aumentado los caudales mínimos del río aguas abajo de la presa, que han pasado de unos 3.000 m³/seg a 5.000 m³/seg.

El impacto del megaproyecto

La inundación producida por el embalse tuvo un gran impacto social en la población asentada en las márgenes de las Tres Gargantas. Provocó el desplazamiento de 1.240.000 de personas, la destrucción de 34,6 millones de m² de viviendas y la afección a 24.500 ha de cultivo, 1.600 fábricas y 825 km de carreteras. Esta era una región de bajo desarrollo, con un alto porcentaje de pobreza. Un 60% de la población era urbana y un 40 % residía en pequeños asentamientos rurales. Se ha llevado a cabo un largo proceso de traslado y reasentamiento, en el que, por lo general, las ciudades viejas han sido demolidas y reconstruidas en la misma área pero en cotas más altas, lejos de la zona inundada, con lo que han mejorado los estándares de vida de esas personas.

Los mayores problemas y protestas se produjeron en la población rural: hubo que reasentar a unas 150.000 personas en otras regiones, mientras que el resto se recolocó en actividades industriales (60%). Cabe señalar también que la población joven vio el traslado como una oportunidad para el cambio, mientras que la población de mayor edad fue mucho más reticente.

Otro impacto significativo fue el aumento de la contaminación de las aguas embalsadas. En la década de 1990 el vertido directo al río –con escaso o sin tratamiento– de los efluentes era muy elevado, unos 1.000 millones de toneladas al año, y como consecuencia, en el agua embalsada se producía una reducción de la velocidad y disminuían significativamente los procesos de autodepuración. Para evitarlo, se inició un largo proceso, todavía inacabado, de control de los vertidos, cierre de las fábricas más contaminantes y construcción de numerosas plantas de tratamiento.

Los sedimentos también fueron considerados como un elemento clave. En condiciones naturales, el río transportaba unos 526 millones de toneladas de sedimentos al año, un 90% de ellos acumulados en las épocas de avenidas. Al construir la presa, se produjo una retención de parte de los sedimentos. Se han desarrollado técnicas eficaces de descarga de éstos coincidiendo con el desagüe de las crecidas.

El efecto de la presa y el remanso de las aguas en el embalse podría alterar la ecología acuática y afectar a algunas especies, que ya estaban amenazadas por el mal estado ecológico y de la calidad de las aguas, como el delfín chino, el esturión chino y el esturión del Yangtsé. Para ello, aparte de la imprescindible mejora de la calidad de las aguas, se estableció un amplio programa de seguimiento de las especies amenazadas y una estación de investigación y cría artificial en la ciudad de Yichang.