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Cómo meter un huevo en una botella sin hacer nada

Las botellas que tienen objetos imposibles dentro causan la fascinación de niños y mayores a partes iguales. Pero, ¿sabes cómo se meten dentro? En este experimento verás que, más que una cuestión de magia, es una cuestión de ciencia.

No es la primera vez que te mostramos el efecto de la presión atmosférica en un experimento con una botella. Pero sí es la primera vez que te enseñamos a meter un huevo dentro de una botella sin empujarlo hacia dentro. ¿No crees que sea posible? ¡Pues presta atención!

Materiales

  • Huevo duro.
  • Botella con abertura más angosta que el tamaño del huevo.
  • Caja de cerillas.
  • Cerillas.
  • Periódico.

Cómo meter un huevo en una botella

  1. Cuece un huevo en una cacerola durante 20 minutos hasta que esté duro –recuerda hacerlo bajo la supervisión de un adulto–. Antes de seguir adelante asegúrate de que está lo suficientemente frío como para poder manipularlo sin problema. Cuando lo esté, pélalo para quitarle la cáscara.
  2. Coge el huevo con una mano y clava tres cerillas con la cabeza hacia arriba.
  3. Pide a un adulto que sujete la botella con la boca hacia abajo.
  4. Con ayuda de un mechero u otra cerilla, prende la cabeza de las cerillas.
  5. Cuando todas estén encendidas, con cuidado mete las cerillas dentro del cuello de la botella. Asegúrate de presionar el huevo –sin forzar– para que no entre el aire en la botella.
  6. ¡Mira lo que pasa! El huevo se acaba de meter solo en en la botella. ¿Magia? No, tan solo ciencia.

Explicación

Pero, ¿por qué hemos podido meter el huevo en la botella sin hacer nada? Esto se debe a la primera ley de la termodinámica, la energía interna del sistema va a ser igual al flujo del calor menos el trabajo realizado por éste. En este caso no existe una fuerza externa que actúe sobre el huevo que cause el efecto que permite meterlo dentro de la botella. Entonces, ¿por qué ocurre? Atribuimos este efecto a dos efectos físicos: la presión y la temperatura.

El fuego calienta el aire del interior de la botella, lo cual hace que el aire se expanda. Además, el fuego se extingue finalmente porque la combustión ya no es posible porque la combustión es un proceso químico que precisa de oxígeno; al quemar todo el oxígeno del interior de la botella, éste desaparece y las cerillas se apagan. Cuando pasa, el aire de la botella se apaga, lo que ayuda a meter el huevo hacia adentro gracias al efecto vacío causado por una diferencia entre la presión atmosférica externa y la del interior de la botella.

La presión atmosférica dentro de un edificio

En este experimento casero hemos visto cómo es posible meter un huevo en una botella sin tocarlo o hacer nada. Y, como ya sabes, esto sucede por la diferencia de presión atmosférica que hay en el interior de la botella con respecto al exterior. Pero si esto ocurre en nuestro experimento, ¿por qué nosotros no notamos ninguna diferencia cuando venimos de la calle y nos metemos dentro de un edificio?

Un fluido –como el aire– bajo presión ejerce la misma fuerza en todas direcciones mientras está en reposo. Empuja hacia adelante y hacia atrás contra. Empuja en dirección vertical, tanto hacia arriba, contra el techo, como hacia abajo, contra ti. A diferencia de lo que hemos visto en nuestro experimento, la presión a la que estamos expuestos nosotros es siempre constante.

Una cuestión de factores

Es cierto que la presión cambia en función de la altitud. A mayor altitud, menos presión atmosférica. La presión funciona tanto horizontal como verticalmente, y el aire puede entrar o salir de un edificio a través de grietas en las ventanas, sistemas de ventilación, puertas y ventanas abiertas, etc. Por lo tanto, a pesar de que subas a una planta superior, la presión seguirá siendo básicamente la misma por dentro y por fuera del edificio. Siempre y cuando la naturaleza actúe con normalidad.

No obstante, cuando intervienen otros efectos como el viento, se produce una variación en la presión atmosférica más grande y, por lo tanto, más perceptible. Otro de estos efectos es la temperatura o la humedad. Por esta razón, los arquitectos estudian el flujo de aire de los edificios para promuevan la salud de quienes se encuentran dentro utilizando los canales de ventilación.