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El «milagro» de la presión atmosférica y el agua

Para realizar este experimento necesitaremos: una botella y una pelota de ping-pong.

Comenzamos este experimento con agua sobre la presión atmosférica llenando la botella hasta que esta repose. Después deberemos colocar la pelota de ping-pong en la boca de la botella. Con cuidado le damos la vuelta a la botella y… ¡la pelota no se cae! ¿Magia? No, solo ciencia. Si quieres saber más, pulsa play. Y además te animamos a que lleves a cabo el experimento en tu casa. ¡Solo te hace falta una botella y una pelota de ping-pong! Más fácil imposible, ¿verdad? No te cortes, descubre por qué se produce la presión atmosférica.

¿Pero, por qué sucede esto?

Sobre la pelota de ping-pong actúan dos fuerzas distintas: por un lado el peso del agua y por otro la presión atmosférica que empuja la pelota hacia arriba. Al tenerla presión atmosférica más fuerza que el agua, mantiene la pelota pegada a la boca de la botella, que a su vez impide que caiga el agua.

Experimento con agua y presión atmosférica

¿Qué es la presión atmosférica?

Aun así, antes de hacer este experimento con agua, por si no tienes claro qué es, te lo explicamos convenientemente.

La presión atmosférica es la fuerza que ejerce la atmósfera sobre la superficie terrestre. Este “peso” se mide a través de una unidad conocida como milibar (mb) o hectopascal (hPa). Las variaciones de esta presión, ya sea por encima o por debajo, son lo que se define como alta presión (anticiclones con valores superiores a 1013 mb) y baja presión (borrascas con valores inferiores a 1013 mb).

Se puede obtener una medida de la presión atmosférica en un lugar en concreto, pero de ella no se pueden obtener demasiadas conclusiones. Eso sí, la variación de dicha presión a lo largo de un determinado periodo de tiempo permite conseguir información tremendamente útil. Si además lo unimos a otros datos meteorológicos, nos podemos acercar bastante al tiempo que se producirá en ese lugar. Este fenómeno es que el que provoca las borrascas y anticiclones. ¿Quieres saber más sobre cómo se producen y qué tiene que ver la presión atmosférica? Pincha en este enlace.

El aire tiene peso

Imagina una persona que escalara una montaña alta. Pongamos el Mauna Kea en la Isla Grande de Hawai, con una cima a una altura de 4,206 metros. Las probabilidades de contraer el mal de altura (hipoxia) a esa altura es muy elevada. Antes de ascender a la cumbre, los visitantes deben detenerse en el Centro de Información, ubicado a una altitud de 2.804 m, donde se les indica que se aclimaten a la altitud antes de seguir subiendo la montaña.

La presión de todo el aire sobre nuestras cabezas es la fuerza que empuja el aire hacia nuestros pulmones y exprime el oxígeno hacia el torrente sanguíneo. Tan pronto como la presión disminuye (como cuando ascendemos a una montaña alta) se empuja menos aire hacia los pulmones. Como consecuencia, llega menos oxígeno a nuestro torrente sanguíneo y se produce hipoxia; de nuevo, no debido a una disminución de la cantidad de oxígeno disponible, sino a la disminución de la presión atmosférica.

En ese sentido, ¿cómo se relaciona la presión atmosférica con los patrones climáticos diarios? Seguramente, más de una vez has visto los pronósticos meteorológicos presentados en televisión. Siempre se habla de los los sistemas de alta y baja presión.

Pero, ¿a qué se refieren concretamente con estos términos? Básicamente, dicho en pocas palabras, todos los días el calor del sol varía en toda la Tierra. Debido al calentamiento solar desigual, las temperaturas varían en todo el mundo; el aire en el ecuador es mucho más cálido que en los polos. Entonces, el aire cálido y ligero se eleva y se extiende hacia los polos y el aire más frío y pesado se hunde hacia el ecuador.