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Entrevista a Manuel Cermerón sobre la innovación disruptiva

Hablamos sobre el conocimiento disruptivo con Manuel Cermerón, miembro del Patronato de la Fundación Aquae y director general de SUEZ Advanced Soutions España. A pesar de que su origen está en el mundo de los negocios, se trata de un término que ha ganado mucha popularidad en los últimos años por su gran capacidad de crear focos de cambio en cualquier área de la sociedad.

La teoría de la innovación disruptiva ha ganado mucha tracción en las últimas dos décadas al configurarse como una herramienta de cambio en las organizaciones y en la sociedad. Llevada a la práctica, esta teoría aporta una forma poderosa de convertir el pensamiento creativo en una fuerza de crecimiento. Por ello, no es difícil encontrar grandes ejemplos de innovación disruptiva en  pequeñas, medianas y grandes empresas; pero también en otras formas de organización social como las ciudades o los países.

¿Qué es la innovación disruptiva?

En el mundo de los negocios, se entiende como innovación disruptiva el tipo de innovación que es capaz de crear un nuevo mercado y una red de valor. Esto, a su vez, tiene implicaciones de gran alcance, ya que esta la fuerza disruptiva de este tipo de innovación es capaz de desplazar empresas y productos líderes en el mercado para dar paso a los nuevos jugadores. El término innovación disruptiva tiene su origen en 1995, año en el que el académico estadounidense Clayton M. Christensen lo utilizó por primera vez. Se trata de una de las ideas más influyentes del siglo XXI.

No obstante, el término innovación disruptiva no fue la primera opción de Clayton M. Christensen. En realidad se trata de una evolución del término término tecnología disruptiva, que sucedió cuando Christensen se dio cuenta de que hay algunas tecnologías que son intrínsecamente disruptivas. Es el modelo de negocio que surge gracias a esta nueva tecnología lo que hace posible el impacto disruptivo.

Controversia sobre el concepto

A pesar de su gran impacto, existe una fuerte controversia sobre el término innovación disruptiva. De hecho, muchos creen que la teoría de la disrupción corre el peligro de convertirse en víctima de su propio éxito. Se cree que los principios básicos de este tipo de innovación se aplican mal con frecuencia, diluyendo el verdadero sentido de la innovación disruptiva.

Como respuesta a las crecientes críticas que ha recibido este concepto en los últimos años, en 2015 Clayton M. Christensen aclaraba en la Harvard Review Magazine, cuáles son los pilares de la innovación disruptiva:

  • La disrupción es un proceso, no un producto o servicio, que ocurre desde el margen hasta la corriente principal.
  • La innovación disruptiva tiene lugar en en lugares donde la fuerza de resistencia es menor (clientes menos exigentes) o inexistente (nuevos mercados).
  • El éxito no está asegurado. De hecho, algunos negocios pueden ser disruptivos pero fallar.
  • El modelo de negocio de una empresa disruptiva rompe con el modelo de negocio imperante en las empresas competidoras.
  • Las tecnologías verdaderamente disruptivas son aquellas que reducen drásticamente los precios, haciendo el acceso a un bien o un servicio mucho más accesible.
  • Las empresas disruptivas tienen márgenes brutos más bajos que sus competidores.
  • En muchas ocasiones, las empresas disruptivas no se toman en serio, lo cual dificulta que sean percibidas como una amenaza.

Ejemplos de innovación disruptiva

Existen numerosos ejemplos de innovación disruptiva a lo largo de la historia. Sin embargo, la democratización del acceso tecnológico ha permitido que este fenómeno tenga más tracción ahora que nunca. A continuación se muestran algunas de las innovaciones más disruptivas que ha habido en las últimas décadas:

  • Enciclopedias online. Plataformas como Wikipedia o Wiki Aquae son un ejemplo de cómo el acceso a la información se ha democratizado, haciéndolo accesible a cualquier persona con acceso a Internet.
  • El teléfono inteligente (smartphone). Ha cambiado al forma en que las personas nos comunicamos.
  • El ordenador portátil. Ha transformado radicalmente muchos ecosistemas, como el del trabajo o la Administración pública.
  • Las plataformas de streaming. Han cambiado la forma en la que se consume y se produce el vídeo.