Consciente de la importancia de la transición hacia la economía circular, la Comisión Europea ha lanzado un plan de acción. Europa apuesta por la reutilización de las aguas residuales tratadas en condiciones seguras y rentables y medidas de eficiencia hídrica. Esta propuesta busca encontrar soluciones a impulsar para garantizar el suministro de agua. Así se podrá reducir la presión sobre unos recursos hídricos ya sobreexplotados en la Unión Europea.
Por la relevancia de esta reutilización del agua, desde la Cátedra Aquae de Economía del Agua se ha llevado a cabo un análisis de las inversiones europeas en tratamiento de aguas residuales con una doble perspectiva. Una primera centrada en explicar su evolución a lo largo de los últimos 25 años tomando como referencia los datos publicados por la OCDE. La segunda analiza las perspectivas de inversión en el tratamiento de aguas residuales a través del análisis de los Fondos Europeos Estructurales y de Inversión para el periodo 2014-2020. Este análisis se ha presentado como comunicación en el Congreso Nacional de Medio Ambiente, CONAMA 2016.
Del estudio se desprende que en los últimos años ha existido una constante preocupación por parte de los países europeos en avanzar por el tratamiento de las aguas residuales manifestada a través de la materialización de inversiones. El nivel de inversión anual se ha mantenido e incluso ha experimentado una tendencia creciente. Esto ha permitido a la gran mayoría de los países alcanzar niveles de aguas residuales tratadas por encima del 80% de las aguas residuales generadas. Pero estas inversiones no son suficientes. Aún no se han cumplido todas las exigencias de la Directiva sobre el tratamiento de aguas residuales urbanas, donde hay nuevas inversiones previstas. No solo inversiones en infraestructuras sino también aquellas orientadas a la reparación y renovación de la capacidad ya instalada.
La estructura de los Fondos Europeos Estructurales y de Inversión, muestran cómo la protección medioambiental y la eficiencia de los recursos, y en concreto de los recursos hídricos, se encuentran entre las prioridades europeas de inversión en el horizonte 2020. En este sentido, la colaboración público-privada está ganando protagonismo en las fórmulas para abordar no solo las brechas de inversión sino también los avances en innovación y tecnología.
Junto a las necesidades de inversión, se identifican barreras adicionales en el avance por la transición hacia una economía circular, incluyendo las aguas residuales en ella. Es necesario trabajar paralelamente por el desarrollo normativo, su armonización e integración. Esto permitirá avanzar en los requisitos mínimos que han de cumplir las aguas para su reutilización. También se identifica crucial el trabajo por la concienciación social. Y es que la mayor participación de los ciudadanos en relación a la importancia del tratamiento de las aguas residuales y su reutilización es imprescindible.
Las aguas residuales son cualquier agua que ha sido contaminada por el uso humano. Las aguas residuales son «aguas usadas de cualquier combinación de actividades domésticas, industriales, comerciales o agrícolas, escorrentías superficiales o aguas pluviales, y cualquier entrada de alcantarillado o infiltración de alcantarillado». Por tanto, las aguas residuales son un subproducto de las actividades domésticas, industriales, comerciales o agrícolas.
Las características de las aguas residuales varían según la fuente. Los tipos de aguas residuales incluyen: aguas residuales domésticas de los hogares, aguas residuales municipales de las comunidades y aguas residuales industriales. Las aguas residuales pueden contener contaminantes físicos, químicos y biológicos.
Las aguas residuales pueden transportarse en un alcantarillado sanitario que transporta solo aguas residuales. Alternativamente, las aguas residuales se pueden transportar en una alcantarilla combinada que transporta tanto la escorrentía de aguas pluviales como las aguas residuales, y posiblemente también aguas residuales industriales.
Después del tratamiento en una planta de tratamiento de aguas residuales, las aguas residuales tratadas se descargan en un cuerpo de agua receptor. Los términos «reutilización de aguas residuales» y «recuperación de agua» se aplican si los desechos tratados se utilizan para otro propósito. Las aguas residuales que se vierten al medio ambiente sin un tratamiento adecuado pueden contaminar el agua.