La huella climática en el agua y en el hielo

En un nuevo informe se subrayará la crisis que enfrentamos, con impactos climáticos ya conocidos pero que aumentan en escala, frecuencia e intensidad.

La ONU elabora un nuevo informe en el cual se quiere describir el impacto de la huella climática y los riesgos de los cambios drásticos que se están produciendo en los océanos, las regiones polares y los glaciares. El informe será desarrollado por el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC). Este es el organismo de la ONU responsable de evaluar los datos científicos relacionados con el cambio climático. Se trata, por tanto, de una fuente autorizada en cuanto a la información sobre la urgencia climática y base para la comunidad internacional al respecto.

Este nuevo informe se sumará a otros informes recientes del IPCC, y tiene el mismo objetivo con ellos; potenciar la urgencia en todos los países para aumentar su respuesta a través de planes climáticos nacionales.

Cambio climático y ecosistemas acuáticos

En esta ocasión, el informe se centrará en cómo el cambio climático está afectando a los ecosistemas oceánicos, costeros, polares y de montaña. Este nuevo informe de la ONU examinará a su vez cómo la naturaleza y la sociedad deben responder a los riesgos que esta situación plantea. El objetivo es conseguir un desarrollo resistente a los cambios climáticos, frenando el impacto de la huella climática.

Por otro lado, se espera que los datos científicos presentados en el informe subrayen que el clima, las personas y la naturaleza, se encuentran fuertemente vinculados. Que los esfuerzos para mitigar el cambio climático y detener la pérdida de la naturaleza deben ir de la mano y estar completamente integrados con la adaptación climática.

Declaraciones previas

«Este informe debe describir las múltiples conexiones entre el cambio climático y los alimentos y el agua para los medios de vida y la regulación del clima. También debería ofrecer una evaluación sólida e integrada del impacto del cambio climático en estos ecosistemas sensibles, y qué opciones tenemos para abordarlos. Del mismo modo, debería ser una llamada de atención a los gobiernos para aumentar sustancialmente sus promesas climáticas para 2020.» ha declarado Vanessa Pérez-Cirera, subdirectora del programa global de clima y energía de WWF.

Por su parte, Peter Winsor, director del programa ártico, ha declarado que «este informe dejará muy claro que el impacto de la huella climática está creando una gran incertidumbre para las regiones polares. El hielo marino es la selva tropical de las regiones polares. Muchas especies polares dependen del hielo marino y ese hábitat está desapareciendo. El rápido ritmo del cambio climático también amenaza los medios de vida y la existencia cultural de las comunidades que viven en el Ártico. Además, esto no es una amenaza localizada: el mundo depende de los beneficios de enfriamiento que proporcionan las regiones polares”.

Restaurar las defensas naturales de los océanos

Un informe de la ONU que, además, mostrará que no se puede hablar de desarrollo sostenible sin la restauración masiva de las defensas naturales de los océanos contra los estragos del cambio climático. Se buscará, entonces, acelerar la acción para construir océanos más saludables y recurrir a soluciones basadas en la naturaleza.

Por otro lado, el cambio climático está teniendo un impacto irreversible en las torres de agua del planeta, esto es, en las altas montañas. Los glaciares se están derritiendo y la capa de nievo disminuyendo. También está desapareciendo el permafrost, contribuyendo al aumento del nivel del mar y al cambio de los flujos de los ríos.

Para poder afrontar estos cambios es necesario políticas, prácticas, inversiones y gobernanzas sobre el agua que trabajen conjuntamente. Políticas que reconozca el gran valor del funcionamiento y la salud de los sistemas fluviales y del agua dulce. Y eso es lo que se buscará en este nuevo informe.

Actualizado: 21/10/2021