La crisis climática afecta al 68,5% de los españoles

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha presentado un avance de los datos del Open Data Climático, con las evidencias más relevantes del impacto del cambio climático en los últimos 40 años en España.

El Open Data Climático es de acceso libre y supone una herramienta esencial para el estudio del cambio climático y la adopción de medidas de mitigación y adaptación. También será clave para poder acercar la realidad climática a la ciudadanía de una forma más abierta y funcional con evidencias relevantes del impacto del cambio climático en los últimos cuarenta años en España. Algo esencial si se tiene en cuenta que ya afecta a un 68,5% de los españoles, esto es, a 32 millones de personas.

En este avance, se puede apreciar ya algunos datos significativos y preocupantes de una situación en crecimiento. Así, la evolución de las temperaturas en el marco temporal analizado por la AEMET revela un aumento desde 1971, tanto en valores promedio como en máximas y mínimas, como se puede comprobar en el diagrama de Hawkins. Por otro lado, la temperatura media del verano, desde ese mismo año, revela un aumento considerable tanto en frecuencia como en intensidad. La percepción de anomalías cálidas de los últimos años toma forma en una conclusión, y es que en verano cada vez hace más calor en España.

Los años más cálidos se han registrado en su mayoría en el siglo XXI, del mismo modo que los extremos históricos de temperaturas máximas, lo cual es un indicador más de que el aumento de la temperatura en los últimos años existe. Del mismo modo, se ha concluido que en todas las estaciones del año han subido las temperaturas medias, con mayor énfasis durante la época estival, experimentándose veranos cada vez más largos y más cálidos. De hecho, se estima que el verano se ha alargado, en comparación con los años ochenta, en cinco semanas más, a un promedio de nueve días por década en ascenso.

De los 58 observatorios analizados, 37 registraron al menos cinco años desde 2011 con temperaturas medias anuales situadas dentro del 20% de las más cálidas del periodo de referencia. Estas anomalías ponen de manifiesto que al menos cinco de los últimos ocho años en estos observatorios han sido muy cálidos. Concretando en datos, el valor más extremo se ha obtenido en Barcelona/Aeropuerto, donde, desde 2011, todos los años han sido muy cálidos. En cinco observatorios, como el de Murcia o el de Teruel, todos los años menos uno, han mostrado un comportamiento similar. Con estos datos, el informe concluye que los años cálidos se acumulan.

Otro dato relevante se encuentra en el Mediterráneo, donde la temperatura superficial está aumentando a razón de 0,34ºC por década desde inicios de la década de los años ochenta, lo cual repercute en el incremento del mar. Así, desde 1993 el nivel del mar Mediterráneo ha aumentado 3,4 mm por año, fenómeno que causa un aumento de las noches tropicales.

Pero si en la costa sucede lo anterior, en el centro de la península se ha producido el fenómeno conocido como “isla de calor”, una anomalía térmica positiva en el centro de las ciudades en relación con la periferia que provoca un plus térmico nocturno que eleva las temperaturas mínimas, afectando al confort y con efectos negativos para la salud, sobre todo para los grupos de riesgo que residen en las grandes ciudades. Un efecto que el cambio climático ha aumentado en los últimos años en ciudades como Madrid.

Las grandes ciudades y la costa mediterránea se presentan como entornos muy vulnerables al cambio climático por los motivos anteriores y afecta de manera directa a la salud, entre otras cosas, aumentando la mortalidad debidas a las temperaturas máximas cada vez mayores.

Actualizado: 21/05/2021