Microrrelatos

El sustituto

Aquí estoy, detrás de esta silla para que no me vean.

La pandemia empezó hace ya años y somos pocos los que quedamos.
Vivimos con lo básico, pero al menos no caminamos a rastras y con los ojos desorbitados.

Cuando pienso que ya estoy a salvo, salgo, cruzo la esquina
y sucede el peor de mis miedos. Encorvado, babeando, con los ojos grandes y
rojos pasa a mi lado sin inmutarse.

Antes me besaba bajo las escaleras de la casa de mis padres. Ahora ni levanta la vista de su smartphone
para mirarme.