Microrrelatos

Bebe

Levanto el párpado de mi ojo izquierdo. Parece que percibo un pequeño rayo de sol. ¡Nooooo!, ya tengo que salir a la calle a pedir limosna, al igual que otros niños de mi comunidad. Voy descalzo y con poca ropa. El día pasa muy lento. ¡Tengo sed!, ¡ mucha sed! Mientras camino veo un charco  y sin pensármelo dos veces me agacho a beber. Solo pido que llueva para que esta agua nunca se acabe.