Campus logo
Aquae

Agua potable con una desalinizadora casera

¿Te habías preguntado alguna vez cómo se obtiene agua dulce del agua salada? Te lo enseñamos a través de un experimento casero muy fácil de llevar a cabo en el que aprenderás a construir tu propia desalinizadora casera.

Con este sencillo experimento casero te explicamos cómo convertir agua salada en agua dulce a través de una desalinizadora casera.

Materiales

  • Agua
  • Sal
  • Un bol transparente
  • Una piedra o un objeto pesado
  • Film o papel transparente de cocina

Cómo crear una desalinizadora casera

  1. Disuelve la sal en un bol lleno de agua. Remueve hasta que esté completamente disuelta.
  2. Pon un vaso vacío boca arriba dentro del bol.
  3. Cubre con film de plástico el bol y asegúrate de que está sellado del todo. Alternativamente, puedes utilizar una bolsa de plástico, pero necesitarás un método de sujeción como una goma elástica.
  4. Pon una piedra o un objeto similar en el centro del plástico. Asegúrate de que se crea una pequeña depresión provocada por el peso del objeto. Y terminamos así nuestra desalinizadora casera.
  5. Sitúa el bol en un lugar soleado y déjalo reposar durante varias horas.
  6. Observarás que con el efecto del sol el agua se ha evaporado y se ha condensado en la depresión creada por la piedra. El agua ha pasado del estado líquido al estado gaseoso para acabar finalmente pasando de nuevo al estado líquido. Verás que el vaso que estaba vacío ahora está lleno de agua. ¡Pero es agua dulce!

Explicación

Hemos construido una desalinizadora casera para convertir el agua del mar en agua limpia apta para el consumo humano. En realidad lo que hemos hecho en este experimento con agua salada es recrear a menor escala lo que sucede en la atmósfera con la acción del sol. Éste calienta el agua de océanos, mares y lagos de la misma manera que ha calentado nuestra agua salada, lo cual provoca el paso del estado líquido a gaseoso.

En nuestra desalinizadora casera, hemos creado una especie de efecto invernadero para que esto pudiera pasar. El vapor de agua entonces sube a una mayor altitud, que es lo que da lugar a las nubes. Es ahí donde las gotas condensadas se van uniendo entre ellas poco a poco, ocasionando finalmente la precipitación, que cuando, por acción de la gravedad, el agua vuelve de nuevo a la Tierra de forma líquida. Si la temperatura es muy baja, esta precipitación puede darse en forma de nieve o granizo, que sería el tercer estado del agua: el sólido.

La importancia de la desalinización del agua en el mundo

La desalinización por destilación es una de las primeras formas de las que el ser humano ha tratado el agua en la historia. De hecho, este sistema de potabilización del agua se sigue utilizando en muchas partes de todo el mundo. En la antigüedad, muchas civilizaciones usaban este proceso en los barcos para convertir el agua de mar en agua potable. Hoy en día, las plantas de desalinización se utilizan para convertir el agua de mar en agua potable en los barcos y en muchas regiones áridas del mundo. También se utiliza la destilación en áreas donde el agua está contaminada por contaminantes naturales y no naturales. De hecho, se podría decir que la destilación es uno de los métodos más efectivos para eliminar los contaminantes del agua.

El desarrollo tecnológico ha producido grandes avances en cuanto a la desalinización del agua. Otras formas de llevar a cabo este proceso son la ósmosis inversa. En cualquier caso, la desalinización del agua del mar está generalmente asociada a un gran gasto de energía. Sin embargo, en muchos países resulta la opción más viable como fuente de agua potable, ya que el acceso a agua dulce resulta imposible.

Los países que más agua desalada consumen se encuentran en Oriente Medio (principalmente Arabia Saudita, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Bahrein). Estos países representan alrededor del 70% de la producción mundial de agua desalinizada. También se utiliza mucho en el norte de África (principalmente en Libia y Argelia), aunque el consumo en estos países representa apenas el 6% de la producción mundial.