La innovación y la tecnología se han integrado con tal naturalidad en nuestra vida cotidiana que a menudo no somos conscientes de hasta qué punto determinan nuestro bienestar. Sin embargo, a pesar de la revolución que ha supuesto en nuestro entorno, su mayor potencial se evidencia cuando ponemos el foco en los países con menos recursos del planeta.
La innovación social, sobre todo el salud, puede marcar un antes y un después en las zonas más vulnerables, abriendo enormes posibilidades para encontrar nuevas formas de resolver viejos problemas. Y el proyecto «Embarazo Saludable» es un imprescindible.
Innovar en salud
Uno de los sectores donde innovar ha sido siempre trascendental es en un servicio tan esencial como la salud. Mientras en nuestros centros médicos convivimos con novedosos equipos que garantizan los diagnósticos y promueven la prevención, las áreas rurales de los países en desarrollo se ven abocadas a atender a su población con escasos recursos técnicos y humanos.
Sus comunidades rurales suelen situarse en lugares aislados, donde no hay hospitales ni especialistas, por lo que sus habitantes deben viajar durante horas, e incluso días, para llegar a un establecimiento donde recibir una atención médica apropiada. La falta de servicios de salud de calidad incide directamente en las tasas de mortalidad de estas regiones, por lo que la búsqueda de soluciones innovadoras que salven las barreras del aislamiento y acerquen la salud se vuelve, además de un reto técnico, una cuestión de derechos y equidad.
Este es precisamente el escenario que da pie al trabajo de la Fundación EHAS, ONGD de Cooperación Internacional e Investigación para el Desarrollo que aprovecha el potencial de las TIC (Tecnologías de la Información y las Comunicaciones) para fortalecer los servicios de salud de zonas aisladas pobres. EHAS lleva desde 2004 acercando la salud por medio de soluciones nuevas, simples y apropiadas a contextos rurales con el objetivo de que todas las personas, independientemente de donde vivan, tengan oportunidades para acceder a servicios de salud de calidad.
Entre las diversas apuestas de EHAS destaca la búsqueda de herramientas que contribuyan a reducir una de las mayores brechas de salud a nivel mundial: la mortalidad materna. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que cada día mueren en el mundo unas 830 mujeres por complicaciones relacionadas con el embarazo o el parto. Casi todas estas muertes se producen en zonas rurales de países de ingresos bajos y, lo que es más grave, la mayoría podría haberse evitado.
En efecto, gran parte de las complicaciones obstétricas son prevenibles o tratables con pruebas que nos resultan familiares como la ecografía y los análisis. Sin embargo, se vuelven imposibles en lugares sin energía eléctrica ni especialistas. El compromiso que asume EHAS es precisamente hacer posible que esas pruebas se realicen en entornos aislados. Ese desafío requiere necesariamente de una importante dosis de innovación.
Embarazo Saludable
La respuesta a este reto es “Embarazo Saludable”, un proyecto que nace en 2012 en Guatemala. Vence las barreras de aislamiento mediante una simple mochila que contiene un kit de atención prenatal portáti. Está especialmente diseñado para su uso en zonas rurales. Las claves de la innovación en salud residen en la movilidad y facilidad de uso de esa mochila. Contiene un ecógrafo formado por una sonda USB que se conecta a un ordenador. También un sistema de análisis de sangre y orina con tiras reactivas. Este ofrece resultados inmediatos sin depender de cadena de frío para mantener las muestras.
La mochila incluye además un panel solar plegable que permite su uso en zonas sin suministro eléctrico, dotando al kit de autonomía. El ciclo de la innovación se completa paliando la falta de ginecólogos de las zonas aisladas mediante la formación de las propias enfermeras rurales. Así pueden realizar ecografías, y la supervisión a distancia de sus diagnósticos por parte especialistas.
En efecto, la solución incluye un software para recoger la información de salud generada en los controles prenatales. Así se permite validar de manera remota la calidad de la atención, dar seguimiento a las pacientes y evaluar del impacto en salud de la intervención.
Simplicidad, portabilidad y autonomía
Estas son las claves de un proyecto que desde 2012 ha ofrecido controles prenatales de calidad a más de 14.000 mujeres embarazadas de los departamentos de Alta Verapaz y San Marcos. De la mano de la asociación guatemalteca TulaSalud, y en colaboración con las instituciones públicas de salud del país y el apoyo de entidades como AECID, FOMIN-BID, USAID y UPM, “Embarazo Saludable” ha ofrecido en las áreas más vulnerables controles prenatales de una calidad similar a los que se realizan en zonas urbanas, contribuyendo a que el embarazo no suponga un riesgo para la vida de las mujeres de las comunidades excluidas.
La solución ha permitido derivar a tiempo los embarazos de riesgo a centros de salud urbanos. Así el parto se aborde con los medios adecuados, y garantizar así el bienestar de las mujeres y sus hijos e hijas. Una clara muestra del éxito de “Embarazo Saludable” es el impacto en salud que ha demostrado hasta el momento. Ha logrado a finales de 2016 una reducción de la mortalidad materna y neonatal de más de un 30%.
Este impacto pone en evidencia la efectividad de la solución y la urgencia de su replicado en nuevas regiones con similares necesidades. Esta es una meta hacia la que ya se encamina EHAS, apoyándose siempre en la innovación. Así propiciará el cambio social de forma imaginativa y apropiada al contexto.
