Hará cosa de un año, aquí un servidor de ustedes se puso una dentadura draculina, se sentó en una silla, le dieron un texto en un pedacito de papel y se puso a recitar un artículo de la ley de concesiones de aguas termales, no sin dificultades de dicción como se puede apreciar. Nos adentramos en el mundo del Muestra Internacional de Arte Urbano para descubrir el arte termal.
Ramón Sangüesa nos transporta a la Muestra Internacional de Arte Urbano, una oportunidad única para conocer en qué consiste el arte termal.
Muestra Internacional de Arte Urbano
No es nada fácil recitar con unos dientes tan especiales. Porque lo eran. Para empezar, se podían comer. Eran de azúcar. Para seguir, sus dimensiones resultaban desproporcionadas. Para terminar, no eran un modelo de belleza dental sino que mostraban claras manchas de óxido.
La acción tuvo lugar durante el MIAU de 2013, la Muestra Internacional de Arte Urbano que se celebra en la ciudad balnearia de Caldes de Montbui. El lugar donde descubrí el arte termal. Los portadores de dientes de azúcar participábamos en la actividad “Los dientes del agua”, la propuesta del colectivo Filagarsa para el festival. Se presentaba como una “investigación histórica colaborativa” sobre las diversas formas de acceso al agua termal. Las manchas de óxido de los falsos dientes nos recordaban el efecto que tenía beber cotidianamente las aguas de Caldes. Al parecer, antaño era fácil reconocer a los lugareños por este, llamémosle, signo dental. Ver galería de fotos del Miau 13.
Muestra Internacional de Arte Urbano
El MIAU es un proyecto que entrecruza arte, agua y ciudad. Cada año, en los lavaderos tradicionales de Caldes, en sus calles, fuentes y en otros espacios públicos se pueden encontrar instalaciones, performances, espectáculos de danza y música (encima y debajo del agua). Todas ellas son especialmente participativas. Involucran a locales y visitantes, actores y espectadores.
El arte termal
La Muestra Internacional de Arte Urbano está creando “arte termal”, una categoría original dentro de las muchas que pueblan el campo artístico.
Pie de video: Coreografía del colectivo “El Galliner” en uno de los lavaderos públicos de Caldes de Montbui)
La lógica del festival procede del urbanismo y la arquitectura. No en vano, Marta Serra Permanyer, una de sus organizadoras, articuló su tesis de Arquitectura sobre “Del gesto artístico a la producción de espacio público: creación y acción en la ciudad vivida”.
Propuesta de valor del MIAU
El objeto de las acciones del MIAU es cuestionar e investigar el uso que le damos al espacio público. También conectar la ciudad “planificada” con la ciudad vivida. De ahí que promueva acciones artísticas donde el público pueda involucrarse. Durante un par de días todo el espacio urbano de Caldes de Montbui se transforma en un laboratorio efímero donde experimentar nuevas perspectivas sobre el espacio público desde el eje vertebrador que es el agua.
Asociamos la investigación y la innovación con los laboratorios cerrados. Con espacios especialmente preparados y controlados para llevar adelante procesos sistemáticos de construcción de conocimiento. Es cierto que la tradición de las ciencias naturales, usa también espacios abiertos a través del trabajo de campo. Se recogen datos en el exterior que luego se ordenan, clasifican y cuestionan en otros espacios, en los laboratorios. Las ciencias sociales también salen a observar fuera de las paredes del laboratorio o de la universidad. Sin embargo, tanto en Caldes como en otras iniciativas de investigación en la ciudad, pasan dos cosas diferenciales. Por una parte, es la propia ciudad la que se convierte en objeto y espacio de investigación, es espécimen y laboratorio a la vez. Por otra, son los propios ciudadanos los que inician procesos de observación, cuestionamiento y reflexión que pueden llevar, a una nueva percepción de sus propios problemas (distribución del agua, uso del agua) y a posibles nuevas acciones.
Intervenciones artísticas
En la Muestra Internacional de Arte Urbano el detonador de estos procesos son las intervenciones artísticas. Otras iniciativas parten de una movilización más centrada en la recogida de datos voluntaria por parte de los ciudadanos. Proliferan proyectos donde tanto la observación, como los procesos de participación y creación colectiva de conocimiento se aproximan a la “Ciencia Ciudadana”. No pocos tienen que ver con el agua. Por ejemplo, este proyecto de monitorización ciudadana de la calidad del agua en el estuario Nueva York-Nueva Jersey. En las diversas ediciones del proyecto “Science of the Ctiy” que llevamos organizando los últimos cuatro años, siempre han aparecido contribuciones con referencias al agua.
Todos estas iniciativas participativas y movilizadoras crean conciencia ciudadana sobre los problemas de la ciudad, estén relacionados con el agua o con otras cuestiones. En cualquier caso, van más allá del concepto de ciudad controlada que parece dominar el paradigma de la “smart city”. O se oponen a ella o la complementan con una idea ciudad vivida por ciudadanos inteligentes.
La innovación está cambiando muy deprisa y recurre a nuevas hibridaciones tanto espaciales como de actores y de procesos. Pronto comentaré nuevas formas híbridas de investigación e innovación y en qué nuevos espacios tienen lugar. Espero que os motive a salir a la calle con otras formas de mirar.
